... y aquel juego de niños, con el paso de los años, se convirtió en pasión
Hay cosas en la vida que solamente suceden una vez, aprovéchalas
Los años 60 fueron años memorables para la familia Badía. Años de ilusión, de trabajo y de riesgo por supuesto. Pero años decisivos que marcarían un nuevo rumbo en nuestras vidas.
Fue el año 1963 cuando nuestro padre, Carles Badía, guiándose por el instinto y el deseo de prosperar, abandona su profesión de panadero para arriesgar todo su capital en la que sería, en sus inicios, la mercería Modas Mayte. Una pequeña tienda de barrio que adoptaba el nombre de nuestra madre Maria Teresa.
El verano de ese mismo año nacía una servidora, Dolors Badía y tres años más tarde, el mes de mayo del 67, mi hermano Carles Badía.
De aquella primera época tengo recuerdos entrañables. Recuerdo que a la vuelta del cole lo que más me gustaba hacer era jugar con las madejas de hilo y las telas. Ya desde muy pequeña mi pasión fue disfrazarme y vestirme con trapos y retales que encontraba por la tienda, forrar botones, preparar encargos...
Y aquel juego de los inicios de mi vida, con el paso de los años se convirtió en una pasión.
Con 12 años, en mis ratos libres, ya acompañaba al padre a comprar a los mayoristas de Barcelona. Mientras él repasaba muestrarios y escogía mercancía, yo tenía el honorable encargo de vigilar la furgoneta. ¿Os imagináis? ¡Vaya tiempos aquellos!
Llegados los años 70 aquella pequeña mercería dio un golpe de timón para convertirse en una tienda más grande y con mayor oferta. Las comuniones y las bodas adquirieron otra dimensión convirtiéndose en una fiesta. Tendencia que no ha dejado de crecer y evolucionar hacia una mayor profesionalización.
Ello requirió una formación específica, continua, y una mayor dedicación para conocer las tendencias del mercado y las nuevas demandas del diseño de moda de ceremonia, boda y comunión.
Y creo que esta determinación que siempre tuvimos, para entender los cambios de la sociedad y las nuevas necesidades de nuestra clientela, ha sido la que ha hecho de Modas Mayte lo que es hoy en día:
Un espacio y un punto de encuentro para tres generaciones de vecinos que confían en el saber hacer de nuestro equipo humano, y en la variedad de oferta que encuentran temporada tras temporada.
Bienvenidos a Modas Mayte. Estáis en vuestra casa.
Los años iban pasando y tanto Carles como yo íbamos aprendiendo a amar esta profesión.
